ADOPTAR, OTRA FORMA DE SER PADRES
Los niños necesitan vincularse y sentirse queridos y atendidos como se merecen, es un derecho. La adopción en muchos casos es terapéutica y reparadora, constituye una segunda oportunidad para el niño, necesita una familia que le quiera y que le acompañe, sosteniéndole en el aprendizaje de la vida.
Es un reto y una forma de ser familia diferente y maravillosa.
En este apartado trataremos de explicar y compartir diferentes experiencias reales sobre el tema.
Mario estuvo viviendo ocho meses en una familia de acogida, (Marina, Juan y sus dos hijos Pedro y Alberto), hasta que sus padres adoptivos, Lucía y Andrés fueron a buscarlo.
En una de las visitas que Mario me hizo, tenía cuatro años, llevaba ya un año conviviendo con sus padres adoptivos; entró en la sala de juegos, contento y parlanchín, observándolo todo con gran curiosidad. Le mostré una gran caja llena de muñecos. Le dije que podía jugar como más le gustase.